jueves, 4 de noviembre de 2010

Tinta de Ningún Lugar: El día de leer cómics en público

Hoy es 28 de agosto, día en el que se conmemora tanto el “Read Comics in Public Day” (Día de leer cómics en público) como el día del nacimiento de Jack Kirby. El concepto es básico: salir a la calle con tus cómics favoritos y leerlos. La celebración es internacional, o eso es lo que está planeado, pero aunque para muchos sea una fecha más en el calendario que solamente tiene cierta notoriedad en Estados Unidos, para mí este es un día para leer tus historias favoritas con el mundo. Si alguien más se interesa en la iniciativa, le llama la atención lo que estás leyendo y tiene la inquietud de salir a adquirir o leer un comic, la tarea ya está cumplida.



Sin duda muchos realizan la acción sin necesidad de esperar que sea una fecha determinada, ya que no sienten vergüenza en demostrar que gustan de las viñetas. Pero en este caso, una de las metas también es demostrar que los comics no son simplemente algo propio del mundo “nerd”: una categoría que definitivamente es despreciada por la “sociedad”. Y es que los comics son mucho más que gente con capas, son como todo un arte que debe batallar contra el estigma de su vertiente comercial.
Claro que a esa idea no ayuda que, en el caso de los superhéroes, desde mediados del siglo pasado uno veía lo mismo cada número, leyendo como el bueno siempre derrota al malvado. De ahí que el estereotipo negativo quedó instaurado, más allá de la función de diversión asociada a su lectura. Pero recordemos que a mediados de la década de 1980, escritores que ahora son leyendas demostraron que hay algo más que escribir en torno a un superhombre – con un toque de El Übermensch Nietszche – que salvar al mundo.

Son personajes como los de cualquier otro libro: que sienten, que tienen problemas y están lejos de ser lo que aparentan. En el pueden plasmarse resquebrajamientos de la consciencia humana, con efectos y consecuencias que arrean el ser “especial”. El ser “diferente” al mundo que te rodea. Siguiendo en el tema de los superhéroes, ya que es el más popular en el medio, pueden escribirse situaciones en torno a enfermedades que afectan a alguien tan mundano como tú y como yo. La megalomanía, la bipolaridad, los problemas con la moral, entre otros tantos males que alguna vez salieron de la caja de pandora.

Aquella fue una época en la que el cómic y la novela gráfica brillaron con todo el esplendor que daba el salir del foso juvenil, invitando a la gente “mayor” con un lindo “esto no es solo para niños, también lo son para aquellos que estén dispuestos a aceptarlos como lectura”.

Aunque existe una desventaja en la que tal vez el cómic se ve afectado: no falta el padre que lo ve como algo insano, ya que los medios se han encargado de desprestigiar al cómic como una simple forma de distracción y estancamiento del crecimiento educacional de un niño.

Al contener “dibujitos”, argumentan, es más atractivo una historieta de “The Amazing Spiderman” que una edición de “Moby Dick”. Pero eso no es culpa de los comics, pues la sociedad y cada familia debe fomentar la lectura y, porque no, fomentarlos a escribir sus propias historias, pero sin menospreciar la historieta. La clave es tener un balance entre todo.

En la actualidad, hay momentos que sientes que se ha olvidado el tono que demostraron los escritores previamente mencionados, ya que en los superhéroes es más importante las ventas y el dinero que ganan las empresas que dar una satisfacción al lector. Pero experimentar con todo tipo de iniciativas, y ahí tenemos el comic europeo o líneas como Vertigo, son una oportunidad para salir del encierro. Aunque no sea necesario, no falta la persona que no sabe que existe más mundo que DC o Marvel.

Por eso no importa en qué parte del globo te encuentres. No se necesitan pretextos para disfrutar de las viñetas. Hoy es un día para conmemorar, pero no debemos olvidar que la lectura, el cómic incluido, nos aporta algo y que en el mundo de los superhéroes no es el único, pero inclusive en el existe la posibilidad de encontrar algo más que la simple reproducción en serie.

Leamos e invitemos al resto a hacerlo.

Articulo rescatado de : Salon del Mal
© Agosto 2010,Manuel Alejandro Pérez

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