miércoles, 10 de noviembre de 2010

Tinta de Ningun Lugar : Daytripper



La primera vez que leí el titulo de esta colección fue en un catalogo o lista de “libros” publicándose,  era como matar dos pájaros de un tiro, ya que sería la primera vez que leería algo que no tuviera el sello de Marvel y derivados, alejándome a otras líneas o editoriales.-Scott Pilgrim es otra cosa- y encontrar algo nuevo, lejos del tema superheroico.


Comentado anteriormente, mencioné que lo que me llamó la atención fue el titulo “Daytripper”, tal vez el homónimo a cierta canción fue lo que encantó a mis ojos, a entrar a un abismo desconocido, lo que encontré ahí; Fue hermoso –Barata imitación de Locke-. La línea Vertigo perteneciente a DC comics, no creí que se encargara de esta clase de títulos, pero desde que empecé a tomar su atención cada colección que empiezo a leer, es superior a la anterior, además de no solo emplear escritores americanos, sino de todo el mundo, algo que es difícil en esta industria tan difícil y tan fácil al mismo tiempo.
Fabio Moon y Gabriel Ba,dos hermanos y compañeros, nos entregan una historia en la que ellos son los artistas y los que nos brindan las palabras para complementar las imágenes.  Una colección de 10 números que está semana llegó a su final, a su desenlace, algo tan brillante, misterioso y tan ambiguo.
(Cuidado a continuación puede contener algunos pequeños Spoilers)

Las ilustraciones y líneas, nos muestran un momento de la vida de Brás de Olivas, un escritor de obituarios que vive bajo la sombra de su padre; un escritor afamado, al que odia y ama a la vez por ser lo que es, un escritor. La historia ocurre tal cliché en cualquier medio cotidiano que hayamos vivido. Con un desenlace digno de ese desarrollo, que te dejaría con un “¿Qué?” queriendo emanar de tu boca, porque puede ser lo que no esperabas al igual que puede ser lo que esperas.
En este punto es un reto, ya que una vez que terminas la primera entrega, no sabes si seguir ya que el cliché puede aumentar al grado de que la colección sea un verdadero desperdicio de tiempo, y dinero –en algunos casos-. Un segundo y tercer número llegan. Entonces lo tienes.
Al final del tercer número sabes a dónde se dirige todo, en donde va a desembocar esa corriente. Daytripper, nos cuenta la vida, nos cuenta lo que podría ser nuestra historia, como la de tu vecino. Este no es un comic sobre hombres que trepan paredes o se visten de murciélagos, simplemente nos relata el punto de una vida, que a veces cegados por algunas cosas banales no podemos ver, sino hasta haber sido en un ataúd, debajo de la tierra.

Es la vida y la muerte, la que rige la línea principal de la historia, y con un nuevo número, nos entregan una corta fase de la vida junto a una nueva forma de morir por parte de Bras de Olivas, pero esa ya no es una cuestión determinante en el desarrollo de una obra magistral como esta, ya que la muerte es la contraportada de una dolorosa, dulce, cruel, real, historia de amor, de una historia de vida.
No te preguntes, la seudo inmortalidad de Bras, ya que solo sería ponerte una venda en los ojos para criticar una tangente inexistente. Daytripper es una historia tan cruda como alegre, en la que nos muestra lo que verdaderamente importa en el corto tiempo que estamos en la fase que llamamos “vida”, pero que sencillamente no sabemos el que y el porqué de ella.
Además no hay que alabar solo la parte de las líneas, sino de los dibujos por parte de estos hermanos, ya que aunque no pretenden dibujar musculosos cometiendo seres de otro planeta, te ilustran la manera de vivir, usando como vehículo al protagonista. Sin duda una colección que no debe faltar en tu estante de lectura, al menos ten el “tiempo” de darle una revisada.

Ya que los comics, no solo son super héroes, son nuestros sueños, algunos imposibles, y otros tan sencillos como tomar una pluma y dejar que la tinta fluya en la celulosa.

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