En un episodio de la serie de Los Simpsons, Moe se convertía en niñera de Maggie desarollando un lazo muy estrecho con “la Simpson olvidada” (como le llamó alguna vez Homero). En los cómics esta relación paternal entre Moe y Maggie siguió explorándose tal y como podemos ver en este número del cual conservo sólo una página que llamó mi atención. Y es que Moe al igual que yo colecciona action figures, aunque en el caso de él no se trata de muñequitos de superhéroes sino de El Padrino. “Nos tomó cinco tiendas pero finalmente tenemos la action figure de Fredo Corleone usando el traje de la Havana”, dice Moe a Maggie. “Por fin podremos recrear la escena del beso de la muerte de Michael sin tener que usar el Fredo de Las Vegas.” Esta es la clase de momentos por los que vale la pena seguir leyendo cómics.
Extraído de: El Calabozo del androide
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